Ladrón pensó que eran piedras preciosas reales
Los robaron y ahora los subastan en 800 mil dólares: la historia de los zapatos de rubí que usó Dorothy en «El Mago de Oz»
«Los cubrieron con unos cristales rojos oscuros que estaban bañados en ácido sulfúrico y que parecían de diamante o de rubí. Entonces pensaron que eran verdaderos», destaca Cristian León, doctor en Historia del Arte.
«No hay lugar como el hogar», dice Judy Garland en su rol de Dorothy Gale en la película «El Mago de Oz» (1939), mientras golpea los talones tres veces de su calzado de rubí, lo que activa el poder mágico que la llevará de regreso a Kansas. La icónica escena marcó de manera precisa todo el simbolismo de los zapatos. Ahora, uno de los escasos cuatro pares reconocidos como auténticos será subastado y su valiosa particularidad se justifica por la historia que pueden contar: desaparecieron durante 13 años y el año pasado el ladrón confesó su hurto. Se trata de una cinematográfica ilación de hechos de un calzado emblemático.
Diseño
Los zapatos fueron diseñados por Gilbert Adrian, jefe de vestuario de los estudios Metro-Goldwyn-Mayer, responsable de la realización de la película y llegaron a elaborarse casi una decena para la película; algunos fueron desechados por ser muy pequeños y otros terminaron destruidos. Solo quedaron cuatro. El par que se subasta este 7 de diciembre por 812.500 dólares (788.758.125 millones de pesos) fue fabricado por la famosa Innes Shoe Co., que ya no existe. Los zapatos están hechos de seda roja cubiertos con un tejido brillante adornado con lentejuelas cosidas a mano, que les dieron su famoso resplandor en la pantalla; tienen lazos decorados con tres piedras y cuentas brillantes, además de diamantes falsos, logrando un efecto visual casi tan mágico como el camino de ladrillos amarillos. Para protegerlos durante las escenas de baile de Judy Garland, la suela fue pintada de rojo y reforzada con fieltro naranja en la punta.
El robo
Pero este par no solo lleva el peso de su icónico diseño, sino también de una historia digna de Hollywood. En 2005, las zapatillas fueron robadas del Museo Judy Garland en Grand Rapids, Minnesota. El hurto, ejecutado con precisión, marcó el inicio de una búsqueda de más de una década de este icónico par de zapatos hoIlywoodense. Finalmente, en 2018, el FBI las recuperó en Minneapolis tras una operación federal que investigaba un fraude que llevó inesperadamente a su ubicación. El ladrón, Terry Jon Martin, un exmafioso reformado, confesó recién en 2023 haber sustraído los zapatos con la falsa creencia de que contenían rubíes reales. Aunque se declaró culpable y recibió una sentencia relativamente leve, el misterio y la intriga alrededor del robo solo aumentaron la fascinación por el calzado.
El rojo
Cristian León, doctor en Historia del Arte y académico Laboratorio de Humanidades de a Universidad San Sebastián, explica cuál fue el factor determinante para generar el efecto de que se pensara que estaban confeccionados con materiales nobles. Menciona que los zapatos «eran plateados en un inicio, pero se cambiaron a rojo para aprovechar el proceso cinematográfico del tecnicolor» y en un momento en que aparece la transición del cine blanco y negro al cine a color, «los zapatos incluso estaban pintados por debajo, con color rojo», y, añade, «tenían otra cosa que los hizo bastante llamativos: los cubrieron con unos cristales rojos oscuros que estaban bañados en ácido sulfúrico y que parecían de diamante o de rubí. Entonces, pensaron que eran verdaderos», destaca en referencia al emblemático robo.
Símbolo de poder
«Dorothy usa los zapatos como un objeto de poder», asegura Bárbara Pino, directora del Observatorio Sistema Moda de la UDP. Según ella, las lentejuelas y los diamantes de imitación refuerzan ese simbolismo.»La moda, cuando tiene un fuerte poder simbólico, activa lo que llamamos ‘soft power’, ese poder blando que atrae y genera influencia», explica. En este caso, añade los zapatos no solo marcan a Dorothy como un eje central de la narrativa, «sino que también reflejan el lugar de Hollywood y Estados Unidos como polos de poder y creatividad, capaces de exportar narrativas que impactan al mundo entero», agrega.
Detalles
Sobre los materiales utilizados para los zapatos mágicos, Raúl Molina, académico de la Escuela de Diseño Utem, experto en textiles y accesorios, dice que no se fabricaron directamente, sino que fueron intervenidos con georgette de seda, un material escaso y complejo de trabajo para la época. «La seda es una fibra muy delgada, y para cubrir un zapato necesitas una tela gruesa, lo que exige una gran cantidad de fibra. Sin embargo, este esfuerzo resulta curioso porque la tela quedó completamente cubierta por lentejuelas plásticas rojas, haciendo que no se viera el material base», advierte Molina.
Forma
Además, señala que la punta de los zapatos fue reforzada con fieltro, «probablemente no solo para evitar el desgaste, sino también para mantener la forma del calzado, ya que el pie no llega hasta el final de la punta». Y sobre el estado de conservación, dice que antes los materiales que se usaban, en general, eran bastante nobles. «Quizás lo que pudo haber pasado como algún desgaste, pudo haber sido que quizás se haya salido una lentejuela, algo no mayor que eso», comenta.